Un pequeño acto de amor y reconciliación con la naturaleza que ocurrió en un lago de Rionegro
En ocasiones somos tan egoístas que pasamos por alto los pequeños detalles, pasamos por alto la vida misma y su valor. Un acto de amor, de empatía y de reconciliación con la madre naturaleza ocurrió ayer en Rionegro, en un seco humedal que parece morir conforme pasan los días, las semanas, el desarrollo. Guardaba en su interior los últimos vestigios de oxígeno, de aliento para mantener con vida un pequeño cardumen de 60 peces que como pudieron, se agruparon en el centro de la laguna ubicada en el sector de Lotus y sobrevivieron más de 4 meses y desde que inició en diciembre el Fenómeno de El Niño.
“Gracias al llamado oportuno de la comunidad, hoy desde la Corporación, junto a expertos en ictiología, ayudamos a rescatar y reubicar más de 60 individuos de varias especies que estaban en peligro y que ahora, continuarán cumpliendo sus funciones biológicas en la parte de este humedal que está en buenas condiciones”, dijo el Director de Cornare Javier Valencia, entidad que rescató y que se puso la 10 para dar todo por la vida, por estos animales, por un grupo de seres sintientes que tienen el mismo derecho de respirar nuestro aire.
Este pequeño acto de amor con la naturaleza, hace que tengamos nuevamente fe con la humanidad, en las personas; más allá de los esfuerzos de quienes se pusieron las botas literalmente, pues si se habla de logística y de costos lo más fácil era sacrificarlos o esperar a que se murieran, para luego repoblar el humedal, algo que no pasó y menos mal, pues la comunidad de Lotus, no fue capaz de quedarse con los brazos cruzados mientras veían morir uno a uno los pequeños animalitos, que afortunadamente fueron llevados a otro espejos de agua donde se recuperan y que posteriormente podrían ser devueltos a su hogar.
Una más a favor de Cornare y de su director Javier Valencia que llegó para servir, punto.
