La antesala del cónclave vaticano para elegir a un nuevo Papa enfrenta otro escándalo. El cardenal peruano Juan Luis Cipriani, quien fue sancionado por Francisco tras estar involucrado en un presunto caso de abuso sexual, se hizo presente en las congregaciones generales que tienen lugar en estos días.
Cipriani, de 81 años, arzobispo emérito de Lima y el primer purpurado de la historia del Opus Dei, había sido sancionado por el Vaticano en 2019. Las restricciones disciplinarias que se le impusieron fueron el exilio de su país, la prohibición de llevar símbolos cardenalicios y hacer declaraciones públicas.
Por su edad no puede entrar al cónclave pero, a pesar de tenerlo prohibido, apareció en las congregaciones generales ataviado con las vestiduras que se le habían prohibido. Es más, en una clara actitud de desafío a las órdenes de las autoridades vaticanas y del propio Papa fallecido, fue a rezar a la tumba de Francisco el día en que todos los cardenales se congregaron en la basílica de Santa María la Mayor.