En una carta abierta dirigida al presidente Gustavo Petro, el excanciller Álvaro Leyva Durán volvió a cuestionar la capacidad del mandatario para liderar a Colombia, señalando una serie de episodios que, según él, reflejan una condición personal preocupante.
La misiva, fechada el 5 de mayo de 2025 y emitida desde Bogotá, detalla más incidentes en los que Petro habría mostrado comportamientos erráticos, además de desapariciones públicas, lo que, según Leyva, afecta no solo al presidente, sino también a la estabilidad del país.
El excanciller también hace un recuento de episodios específicos que, según su relato, evidencian un patrón de conductas preocupantes. Este recuento comienza con la frase: “Señor Presidente, usted está enfermo”.
Entre ellos destaca la ya mencionada desaparición durante una visita oficial a París, Francia, donde asegura que el presidente estuvo ausente en momentos clave, hecho que atribuye a una presunta adicción.
Leyva afirma que este episodio fue corroborado por múltiples testimonios. Además, recuerda la cancelación inesperada de la agenda presidencial en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en enero de 2023, lo que obligó al entonces canciller a reemplazar a Petro en una reunión con el ex primer ministro británico Tony Blair.
“Los temas centrales fueron las ‘estrategias de la administración pública y la democracia en tiempos de crisis’. Fui yo quien se sintió en crisis”, afirmó Leyva.
Además de los episodios internacionales, Leyva critica las declaraciones públicas de Petro, calificándolas de ofensivas y divisivas.
Cita ejemplos en los que el presidente ha utilizado términos despectivos para referirse a sus críticos y ha hecho acusaciones graves contra miembros del Congreso y otros sectores de la sociedad. Según Leyva, estas actitudes reflejan una falta de “auctoritas”, un concepto que describe como la autoridad moral y el respeto que debe acompañar a un jefe de Estado.
En su misiva, Leyva insta al presidente Petro a considerar su renuncia, argumentando que su condición personal y sus comportamientos han generado una “inhabilidad manifiesta” para gobernar.