En un foro al que asistieron más de 200 venezolanos que habitan en Rionegro se les explicó la ruta de atención y lo que se viene
La voz de Jorge Luis Restrepo, personero municipal de Rionegro, resuena con urgencia en medio de la crisis migratoria que afecta a su municipio. “La situación de los migrantes venezolanos es un asunto transnacional, no solo nacional”, enfatiza. Su llamado a la acción es claro: se necesita una coordinación interinstitucional efectiva para garantizar la protección y promoción de los derechos humanos de estos seres humanos vulnerables.
Con la mirada puesta en la realidad de Rionegro, donde 20 mil venezolanos buscan un refugio, Restrepo destaca la necesidad de caracterizar adecuadamente a la población migrante para implementar políticas públicas efectivas. La falta de registros y la estigmatización son solo algunas de las barreras que enfrentan estos migrantes.
Como personero municipal, ha sido un defensor incansable de los derechos humanos de los migrantes. Su voz es un faro de esperanza en medio de la oscuridad. “Necesitamos un enfoque integral y colaborativo para encontrar soluciones sostenibles a largo plazo”, insiste.
Donde la esperanza se entrelaza con la desesperación, 20 mil almas venezolanas buscan un refugio, un hogar temporal para escapar de la crisis que los ha desplazado de su tierra natal. Pero, ¿qué encuentran? Una realidad dura, sin políticas claras que los protejan, sin una mano amiga que les brinde la oportunidad de empezar de nuevo.
La falta de registros, la estigmatización, la xenofobia, la lucha diaria por encontrar un trabajo digno, son solo algunas de las barreras que enfrentan estos seres humanos que solo buscan una vida mejor. La situación es crítica, y la magnitud de la crisis supera las capacidades de las autoridades locales.
¿Escucharemos su llamado? ¿Tomaremos medidas efectivas para proteger a estos seres humanos que buscan un refugio en nuestra tierra? La historia de Rionegro es un espejo de nuestra humanidad.