La canciller Laura Sarabia presentó este jueves su renuncia en medio de la crisis generada por la licitación de los pasaportes. Su salida se produce luego de que el presidente Gustavo Petro desautorizó su decisión de prorrogar por once meses el contrato con la empresa Thomas Greg & Sons.
“En los últimos días se han tomado decisiones que no comparto y que, por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar. No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar”, señaló Sarabia, quien por estos días se encuentra en Praga (República Checa).
La también exjefe de Gabinete, del Dapre y del Dps, agregó: “Mi renuncia es el resultado de una reflexión profunda, motivada por la responsabilidad que siento con mi conciencia, con el país y con la forma en que entiendo el ejercicio del poder público. Me retiro con la tranquilidad de haber entregado lo mejor de mí y con la certeza de que hay momentos en los que decir adiós es también una forma de cuidar”.
Sarabia había declarado una nueva urgencia manifiesta para extender el contrato con el actual proveedor, ante la inminente expiración del mismo el próximo 31 de agosto y la falta de tiempo para implementar el nuevo modelo de contratación. Sin embargo, el jefe de Estado intervino directamente para ratificar que la elaboración de los pasaportes estará a cargo de la Imprenta Nacional de Colombia, en alianza con la Casa de la Moneda de Portugal, a partir del 1 de septiembre.
Ahora, con la renuncia de Sarabia, el país enfrentará una nueva transición a tan solo semanas de que entre en vigor el nuevo contrato. El Gobierno -en palabras de Saade- insiste en que el suministro de pasaportes está garantizado y que no habrá interrupciones en el servicio; sin embargo, persisten las dudas sobre la capacidad operativa del nuevo proveedor.